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viernes, 17 de septiembre de 2010

Pautas Generales para la Negociación en una situación de secuestro

La negociación es la manera de actuar en el pago del rescate..Es importante tener en cuenta que generalmente, la negociación del rescate de un secuestrado, es un proceso lento, en el que no se pueden esperar resultados en corto tiempo.
La poca o nula experiencia en negociaciones de este tipo en la mayoría de los secuestros, lleva a actuar rápidamente. A aceptar las canciones de los delincuentes y a pagar grandes cantidades de dinero. Se debe tener en cuenta que con la negociación se debe asegurar la integridad física y moral del secuestrado, y, secundariamente, reducir al máximo el impacto económico del pago del rescate.
Pueden existir diferentes solicitudes por parte de los secuestradores, tales como dinero, intercambio de secuestrados, y algunas veces, demandas de tipo político que tratan de confundir sobre la identidad del grupo secuestrador.
Ante todo es importante aclarar que el hecho de pagar rescate, no implica necesariamente, la libertad del secuestrado. No existe ninguna forma que garantice de manera plena su seguridad, y puede sobrevenir una segunda solicitud de dinero, intercambio de secuestrados, y en el peor de los casos la muerte del cautivo. Por estas razones la forma de negociación, implica, más allá de un ahorrar dinero, establecer requisitos mínimos a los secuestradores que, a la vez, garanticen la seguridad de la víctima.
La negociación no es fácil, los captores utilizan todo tipo de amenazas que afianzan el liderazgo del grupo captor frente a la familia, lo anterior sumado con el dolor familiar, lleva a tomar decisiones abruptas, y muchas veces por ejemplo, puede conducir a cautiverios muy largos. Para la familia es difícil entender que la negociación se encuentra en un campo netamente comercial y que aunque ellos luchen por la libertad de su ser querido, los captores lo hacen por dinero, por su ideología o por ambos.+

¿Quién debe Negociar?

Es importante que la familia escoja como negociador a una persona idónea para esta clase de situaciones y que le brinden total confianza a él y a sus acciones. El negociador debe entrar a discutir en los términos que lo hacen los delincuentes y aceptar ante todo, que la liberación del secuestrado es un canje comercial. Por esto, escoger al negociador se convierte en una decisión de vital importancia para lograr la liberación de la víctima.
No es recomendable que los familiares cercanos del secuestrado negocien, debido a su vinculación afectiva, con frecuencia, pueden perder la objetividad y pecar por exceso o por falta de flexibilidad. Su cariño hacia el secuestrado los hace vulnerables a la manipulación. Por ellos, lo más conveniente es delegar la tarea a alguien de mucha confianza.
Los expertos recomiendan que el negociador sea una persona que conozca de este campo, con buen recorrido en las relaciones personales y laborales, inteligente, calmada, segura de sí misma, mesurada, hábil, calculadora en el momento de tratar con los secuestradores, y, ante todo, que le guste negociar. Es mejor que el negociador directo no sea extranjero porque se pueden presentar confusiones en las exigencias.
El negociador, como un actor, asume parios papeles: Nervioso, calmado, drástico, miedoso, duro, entre otros; tiene que aparentar ser de la familia y conocer los negocios, propiedades, activos, pasivos y todo el ámbito financiero que la rodea. Se debe elegir a un negociador objetivo, capaz de mantener la serenidad en cualquier circunstancia, que sirva de puente entre quienes retienen al sujeto y los que en la familia toman las decisiones.
También, es de suma utilizad formar bajo la supervisión de un experto negociador, un grupo de cuatro a cinco personas de total confianza para la familia, donde por lo menos haya un pariente cercano al secuestrado, que sepa todo lo relacionado con él, con el fin de tener diferentes conceptos para planear una óptima estrategia de liberación.
Dentro del núcleo familiar, o entre las personas que se mantienen en el sitio de las comunicaciones, es conveniente elegir un negociador secundario que atenderá las llamadas cuando el principal no se encuentre, por imposibilidad o por el grado de sorpresa de la comunicación. . Esta persona debe tener los mismos conocimientos al respecto de la negociación que el negociador principal aún cuando su papel sea el de determinar una próxima comunicación con aquel.
Antes de iniciar las Negociaciones
Es imprescindible determinar desde un principio:
¿Qué solicitan los plagiarios?

Si es dinero: ¿Cuánto, en Qué forma, Cuándo y Dónde?
¿Cuanto se cree que aceptarán?
Al determinar este punto se determinan los límites de la negociación, la estrategia y las expectativas de tiempo que pueden variar según el autor del secuestro.
¿Cuánto se está en capacidad de pagar?
Al respecto se debe determinar con cuánto capital líquido se cuenta, con cuánto se puede llegar a contar y en cuánto tiempo.

En caso de que los secuestradores soliciten una cantidad imposible de pagar,hay que preguntarse qué alternativa será aceptada por el secuestrador ya que no se le puede conceder lo que pide.

El secuestrador al respecto tendrá una idea fija y estrecha acerca de las opiniones existentes. El negociador debe entonces hacerle entender las debilidades de su posición por la desproporción de las exigencias, y a la vez, convencerlo de las bondades de aceptar la alternativa ofrecida.

El Equipo Negociador debe tener claras las siguientes Recomendaciones:
La negociaciones del rescate de un secuestrado, es un proceso lento, en el que pocas veces se obtiene resultados a corto tiempo.
La seguridad y confianza en si mismo que demuestre frente a los secuestradores puede generar un impacto psicológico importante a favor de la victima.
Definir la política operacional del grupo ¿Quién negocia, cuándo, bajo qué instrucciones y quién las imparte?
Identificar las metas del equipo: ¿Cuánto deben pagar y hasta dónde negociar?
Determinar el manejo de la información, tanto al interior del equipo como para los terceros y familiapues no necesariamente todos deben saber todo.
Es muy importante que donde se reciban las comunicaciones con los secuestradores los teléfonos se encuentre intervenidos y contar con grabadoras para registrar todas las llamadas y así no pasar nada por alto.
El tiempo que se tomen los secuestradores para establecer comunicación nuevamente, utilícenlo para determinar políticas, planes, estrategias, etc.
Es importante que el negociador no se deje amedrentar por los secuestradores.
No es aconsejable provocar al secuestrador. Se deben evitar humillaciones, ofensas y hasta argumentaciones contra los secuestradores.
Una buena opción es contar con las autoridades competentes, entrenarlas en el caso y seguir sus recomendaciones, procurando siempre que la relación sea sincera y la colaboración recíproca.
Es importante diferenciar a qué grupo pertenecen los captores.
Se debe estar seguro de que el que llama es realmente el secuestrador que tiene en poder a la víctima.
Se deben exigir pruebas de supervivencia periódicamente, y así asegurar la integridad del secuestrado. Es frecuente que se cobren sumas de dinero por cada prueba de vida; las pruebas pueden ser grabacionescartas escritas por el secuestrado, preguntas que el secuestrado responda a las que son imposibles que los secuestradores encuentren la respuesta.
Antes de que lo hagan los secuestradores trate de establecer una rutina de negociación.
Traten de evitar que el delincuente establezca plazos tope y tengan cuidado de no establecerlos voluntariamente.
No rechace de plano ninguna demanda, introduzca argumentos que le hagan entender al delincuente la inconveniencia o imposibilidad de lo que piden.
Alegar que la familia no tiene todo el dinero que ellos piden y que están tratando de reunirlo vendiendo propiedades, consiguiendo préstamos y recolectando de sus amigos.
Ser preciso en todas las cosas que se hablen para evitar malos entendidos y malas consecuencias.
Procure no ofrecer nada voluntariamente, sino no va a conseguir bajar la suma de dinero.
Recuérdele al secuestrador todo lo difícil que ha hecho para satisfacerlo, el tiempo que necesita para hacerlo y ser sincero en lo que se puede entregar para que el secuestrador no pierda credibilidad con el negociador.
Nunca haga promesas que no pueda cumplir.
Es necesario que cuando se si se llega a un acuerdo se establezcan las condiciones para el pago; y se deben exigir muchas garantías de entrega y así evitar engaños y malos entendidos.
Al tomar en cuenta las condiciones de entregan, se deben tener presente: la suma de dinero, la moneda a utilizar, el envoltorio del mismo, el proceso de entrega, el lugar específico, a hecha, hora y un método de comunicación si ocurre un imprevisto.
Tome en cuenta que como todo en el secuestro, las garantías de entrega no constituyen una garantía 100% confiable ni definitiva para que realmente se libere al secuestrado.
Queremos dejarle claro que en las negociaciones por secuestro no hay reglas determinadas, le damos este grupo de recomendaciones generales, resaltándole que todas éstas dependen de cómo se vaya desarrollando el secuestro desde el primer día.

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